Las propiedades de la mandarina son muchas y muy beneficiosas. La mandarina es uno de los cítricos más populares y conocidos. Proveniente de China -donde se considera un símbolo de suerte- llegó a Europa a principios del siglo XIX y posteriormente a los países de América del Sur.
Su sabor dulce y la facilidad para desprender la piel y separar sus gajos al comerla la convierte en una fruta muy apreciada, en contraste a otros cítricos que requieren de algún utensilio para poder comerlos. Y, además, la mandarina es un alimento muy saludable.
Su mayor componente es el agua, pero eso no significa que sea una fruta sin propiedades:
- Aporta fibra, gracias a la parte blanca que se encuentra entre la corteza y la pulpa.
- Contiene vitamina C, algo menos que otros cítricos, pero su contenido en provitamina A o beta caroteno es superior al del resto de frutas de esta variedad.
- También es una fuente importante de potasio, magnesio y ácido fólico.
- En cantidades inferiores también posee algunas vitaminas del grupo B y calcio.
Es una fruta fácil de encontrar en temporada, que va desde los meses de noviembre a marzo. Dependiendo de su variedad se pueden encontrar desde septiembre a abril. Sus distintas variedades proporcionan diferencias en el color, grosor y rugosidad de la piel, cantidad de semillas, sabor, etc., pero sus nutrientes son muy similares en todas ellas.
Las propiedades que posee esta fruta se convierten en beneficios para la salud. La forma más habitual de consumo es la de tomarla como fruta fresca y en menor medida en zumo. A partir de su cáscara y sus hojas se elabora un aceite esencial que proporciona beneficios propios en salud y belleza. Con sus hojas se puede elaborar un té con propiedades digestivas.
Beneficios de la mandarina.
- Ayuda a asimilar el hierro. La vitamina C que contienen las mandarinas facilita la asimilación de hierro por parte del organismo. El hierro es un mineral muy necesario para mantener un buen estado de salud y está presente en muchos alimentos que tomamos diariamente pero es necesaria la vitamina C para que el organismo la asimile, si no se pierde. Un déficit de este mineral provoca falta de energía y decaimiento, incluso anemia. La mandarina es por tanto un alimento que ayuda a prevenir estados de debilidad y cansancio.
- Fortalece el sistema inmunológico. Las mandarinas son frutas que ayudan a reforzar las defensas, con lo que es más difícil padecer resfriados y procesos gripales y más fácil combatir los efectos que provocan. El tener las defensas bajas da lugar a que a los virus y bacterias les sea más fácil infectar el organismo con lo que comer este cítrico ayuda a crear una barrera natural ante ellos.
- Ayuda a perder peso. Entre las propiedades que aporta la mandarina está la de su efecto saciante ya que contiene fibra y agua en buena cantidad y facilita la disminución de los niveles de azúcar en la sangre, regulando así de la sensación de falso apetito. También ajusta la producción de cortisol en el organismo, la hormona del estrés, que provoca la acumulación de grasas en los tejidos. Todo esto la convierte en un aliado para dietas cuyo objetivo sea eliminar los kilos de más. Permite al organismo desechar toxinas con facilidad activando el metabolismo. Cuando la mandarina se integra como parte de una dieta para perder peso resulta perfecta como tentempié que se puede para llevar en el bolso ya que su sabor dulce calma la ansiedad, hidrata y satisface. Es muy saludable para consumir en los descansos del trabajo o a media mañana, en lugar de recurrir a la máquina expendedora cuando nos asalte el hambre.
- Combate la diabetes tipo 2. Este tipo de diabetes es cada vez más común en nuestros días. Por la edad y el estilo de vida cada vez es más habitual el exceso de azúcar en el organismo. En el primer caso (la edad) porque se asimila peor y en el segundo (hábitos poco saludables) por exceso de azúcar en alimentos procesados de todo tipo. Lo más lógico y saludable es eliminar o reducir este tipo de productos; así como paliar los efectos que el aumento de insulina provoca en la sangre. La mandarina contribuye a todo este proceso por contener nobletín, un bioflavonoide que posee esta fruta y que combate este tipo de diabetes.
- Cuida el corazón y el hígado. El nobletín que posee las mandarinas protege al cuerpo de la aterosclerosis, ya que elimina la grasa y otras sustancias que se acumulan en las paredes de las arterias. Y al ser rica en potasio (que es buena para reducir la presión arterial) permite tener un flujo sanguíneo correcto, evitando la formación de coágulos en el interior. Esta circunstancia de evitar la formación de grasa en el cuerpo y órganos que lo componen es beneficiosa para la salud del hígado. La mandarina colabora en la disminución del llamado colesterol malo y estimula la producción del colesterol bueno. A todo este proceso ayuda la sinefrina, otra de las sustancias que contiene la mandarina aportando beneficios a la salud.
- Contiene folato. El ácido fólico natural es el folato que se encuentra principalmente en hortalizas de hoja verde. La diferencia con el folato es que el ácido fólico es procesado por el hígado mientras que el folato lo asimila el intestino delgado de forma natural. En la mandarina se encuentra el folato o vitamina B9, imprescindible para producir glóbulos rojos y blancos, disminuye los estados de cansancio y fatiga y permite un buen funcionamiento del sistema inmunitario. Durante el embarazo adquiere especial relevancia ya que interviene en la formación de las células evitando así que desarrollen problemas congénitos, en la formación de ADN y traspaso de material genético.
- Fuente de potasio. La mandarina contiene alrededor de 170 mg de potasio por cada 100 gr. Este mineral es fundamental para el buen funcionamiento de músculos y el sistema nervioso. Su carencia acarrea problemas de debilidad muscular, trastornos neuromusculares e hipotensión arterial. Además el potasio previene la osteoporosis por el avance de la edad a la vez que fortalece los huesos y los mantiene sanos. Unido a la vitamina C, que es fundamental para la producción de colágeno, ayuda a que ligamentos, tendones, huesos y arterias estén bien unidos por lo que es una fruta muy recomendable para personas que practiquen deporte. Además de aportar energía previne las lesiones a las que los deportistas están más expuestos.
- Es hidratante. Al tener un 90% de contenido en agua se convierte en una fruta hidratante y que puede calmar la sed. Otro de los beneficios es que la mandarina una fruta diurética que favorece el buen funcionamiento del aparato renal. Ayuda a los riñones en su función de filtrado propiciando la pronta eliminación del cuerpo de las sustancias de desecho a través de la orina.
- Combate el estreñimiento. Es un error el que, cuando se pela una mandarina, se le quiten unos hilos blancos que se encuentran en las unión de los gajos, ya que al hacer esto nos estamos privando de parte de las propiedades que nos ofrece esta fruta. Es conveniente comerse esta parte ya que contiene fibra, que estimula los movimientos del sistema intestinal favoreciendo la eliminación de desechos y evitando que se acumulen grasas y sustancias toxicas en el organismo.
- Fortalece el cabello y previene la aparición de canas. La vitamina B 12 que se encuentra en la mandarina contribuye al crecimiento del cabello y lo fortalece, evitando así su caída a la vez que reduce el proceso de blanqueamiento del pelo, es decir, la aparición de canas. Con respecto a la salud capilar encontramos más beneficios que nos ofrece la mandarina. La vitamina A que contiene la mandarina regula la cantidad de sebo o grasa del cuero cabelludo reduciéndola, lo que ocasiona el tener un cabello más sano y brillante.
- Proporciona unos dientes sanos. Las propiedades que contiene la mandarina en cuanto a vitamina C, fósforo y calcio refuerzan los dientes y encías y previenen caries y enfermedades como la gingivitis o el sangrado de encías.
- Es buena para los ojos. El consumo de mandarina puede prevenir la degeneración macular debida a la edad que puede conllevar a pérdida de visión incluso la ceguera.
El aceite esencial de mandarina.
A partir de la cascara de mandarina se elabora un aceite esencial con numerosas aplicaciones en belleza y en salud. Este aceite se puede encontrar como ingrediente de muchos productos de higiene y cosmética o también como aceite esencial 100%. Se puede encontrar en tiendas especializadas y de productos de cosmética y su precio no es caro si lo comparamos con el de otros aceites esenciales.
También es posible hacer un aceite esencial de mandarina casero de manera rápida y fácil. Una de las formas se elabora pelando la piel de una mandarina, intentando que no lleve adherida parte blanca que se encuentra entre la corteza y la pulpa. A continuación se introduce en un frasco (de unos 150 ml) que se cierre con tapón de corcho al que añadiremos aceite de girasol hasta que quede sumergida completamente y dejar entre 15 y 20 días a la intemperie, ya que el calor del sol provocará la maceración de la cascara de mandarina favoreciendo que suelte sus propiedades y las temperaturas más frescas durante la noche consolidará la mezcla.
Propiedades del aceite de esencial de mandarina.
Piel más sana. Los beneficios de aplicar aceite esencial en la piel son muy numerosos. Por una parte su alto contenido en vitamina C y en antioxidantes favorece la producción de colágeno con lo que la piel recupera elasticidad y firmeza a la vez que por sus propiedades antisépticas favorece la cicatrización de heridas. Además previene la formación de estrías y suaviza las ya existentes. Para la piel del rostro se puede elaborar una mascarilla con zumo de mandarina, una cucharada de miel y una de yogur natural. Se aplica sobre la cara y se deja actuar durante 15 minutos. Te enjuagas y listo. Esta mascarilla combate la degeneración de las células de la piel aportando firmeza y reduciendo las arrugas, además de limpiar la piel y liberarla de bacterias por lo que también es recomendable en casos de acné. Al ser antiséptico se puede usar directamente sobre heridas. Tiene un efecto hidratante sobre el rostro consiguiendo así una piel fresca y luminosa.
En aromaterapia el uso del aceite esencial de mandarina está indicando cuando se pretenda relajar y descansar mejor. Inhalar este aroma combate la ansiedad y estados de nerviosismo, favoreciendo el sueño. En quemadores o difusores es la mejor manera de aprovechar su aroma aunque también resulta si untamos una vela con aceite esencial antes de encenderla.
El aceite de mandarina en masajes. Un masaje con aceite esencial de mandarinas proporciona todas las propiedades que hemos visto para la piel pero además calma el estado de ánimo a la vez que reactiva el riego sanguíneo. Pero su acción va más allá ya que el uso de aceite esencial de mandarina podríamos incluirlo dentro del grupo de esencias para masajes reductores. Este tipo de masajes se realizan con aceites que favorezcan la eliminación de grasas localizadas y la estimulación del sistema linfático para eliminar desechos del organismo. En masaje terapéutico o medicinal también se usa ya que su efecto antiespasmódico es muy recomendable en masajes abdominales para eliminar el dolor y favorecer el tránsito intestinal. Las propiedades calmantes que aporta en el ánimo el aceite esencial de mandarina así como su acción tonificante sobre la piel y el sistema digestivo conllevan que sea un aceite muy valorado por sus beneficios sobre la salud.