El mandarino es un árbol de la familia de las rutáceas. Muy similar al naranjo pero de menor altura y con su copa más redondeada. Su tamaño mediano dentro de los cítricos es una ventaja para elegirlo como planta ornamental en jardín o patio. Incluso se puede cultivar en macetas o contenedores. Decorará el lugar donde la pongamos. Sus hojas son más alargadas y estrechas que las del naranjo.
Su fruto es la mandarina, un cítrico que puede parecer una naranja pequeña y achatada pero su sabor es dulce y la piel se desprende con facilidad. Sus flores son blancas y pequeñas, formando normalmente ramilletes de dos o tres y florecen durante un par de semanas dando luego lugar al fruto si han sido polinizadas.
Originario de Asia, de Indochina o China probablemente, hoy se cultiva en casi todo el mundo, ya que se aclimata muy bien a los diferentes climas o suelos. Resiste el frio mejor que otros árboles cítricos pero aguantan mal las heladas. Es en climas tropicales y mediterráneos donde mejor se cultivan. La temperatura ideal para su cultivo es entre 23º y 35º. Por debajo de los 13º el árbol deja de crecer.
Elegir un mandarino para decorar el jardín y además aprovechar sus frutos es una buena idea y no se necesita ser un experto en la materia para cuidarlo. Antes de ver los cuidados que necesitan hay que decidir si optamos por plantar semillas o comprar un árbol pequeño y trasplantarlo.
Esta segunda opción es quizás la más conveniente, ya que nos ahorramos el proceso de germinación y cuidados cuando la planta es más delicada. Sembrarla o trasplantarla a una maceta tiene la ventaja que podemos moverla y resguardarla del frio. Hay que elegir una maceta grande y que tenga orificios en la base. Debe ser grande para que las raíces del árbol tengan espacio. Lo mejor es una maceta o contenedor de plástico porque pesa menos y si la queremos ir moviendo facilitará la tarea.
Tipo de suelo ideal para el mandarino.
El suelo que se elija debe ser arenoso, evitando los suelos arcillosos, calizos o salinos. Si vamos a cultivar el mandarino en maceta hay que elegir un buen sustrato que habrá que fertilizar dos veces a lo largo de todo el año. En invierno que sea rico en nitrógeno, mientras que en verano debe contener magnesio, zinc, hierro y potasio. Los minerales provocarán que la planta crezca con fuerza y sea resistente. Incluso los frutos se agarrarán mejor a las ramas, evitando que se caigan antes de tiempo cuando aún no están maduros.
Los mandarinos son árboles que necesitan mucho sol. Si se los tiene a cubierto y no es un invernadero, el interior tiene que ser un lugar con mucha luz para que sobreviva.
Riego
En cuanto al riego hay que tener en cuenta que en invierno necesitara menos agua y en verano habrá que regarlo de forma más constante, pero sin ahogarlo ni encharcarlo ya que eso pudrirá las raíces. Una buena forma de saber si necesita agua es tocando la tierra de la superficie y si está seca se puede regar. Lo mejor es dejar de secar la tierra entre riego y riego para asegurarnos que no se le da agua de más.
Sin embargo, si acabamos de trasplantar el mandarino sí es conveniente regarlo todos los días durante las primeras semanas.
Poda
La época adecuada para hacer la poda es a principios de la primavera, y no antes del tercer año de vida del árbol. Es conveniente ir eliminando las ramas que broten del tronco, así como las que estén rotas o presenten síntomas de debilidad. Se puede colocar un soporte ya que cuando eche los frutos el peso puede partir las ramas. Cuando el árbol ya sea adulto se deben podar las ramas interiores para permitir que entre la luz.
Plagas y enfermedades
Cualquier planta o árbol puede contraer alguna plaga o enfermedad de menor o mayor importancia, según los casos. Para el árbol de la mandarina existen remedios para casi todos ellos. Identificar el problema es clave para poder solucionarlo. La mejor manera de prevenir las enfermedades es adquiriendo un ejemplar sano de mandarino. Pero aun así a veces no se puede evitar que alguna plaga le afecte en algún momento.
Estas enfermedades y plagas son las típicas de los cítricos, aunque hay que decir que el mandarino es un árbol algo más resistente a contraerlos si los comparamos con los de esta familia.
- Virus de la tristeza. La enfermedad es transmitida por un pulgón que se alimenta de la savia. Este virus se caracteriza por el debilitamiento que sufre el mandarino. Pierden las hojas y la producción de mandarina se vuelve más abundante y a destiempo. Una vez contraído el virus el árbol no se recupera. Sin embargo existen en el mercado productos para evitar que el árbol contraiga esa enfermedad y prevenirla.
- Phytopthora. Se trata de una enfermedad al que al mandarino le aparecen manchas marrones en las hojas junto con un polvo blanco. En este caso estamos ante un hongo al que favorece el exceso de humedad y las temperaturas que oscilan entre los 15ºC a 30ºC. También ataca a las raíces, pudiendo empezar por ellas o por las hojas. La solución pasa por utilizar fungicidas que contengan cobre y no regar demasiado.
- Minador de cítricos. Esta plaga la provoca un diminuto insecto que se alimenta de los brotes más tiernos Los síntomas se aprecian en las hojas, que se amarillean o decoloran por zonas. El árbol se debilita y retarda el crecimiento, lo ralentiza. Para estos casos se puede utilizar aceite de neem o la bacteria Bacillus thuringiensis. Ambos son insecticidas ecológicos.
- Araña roja. Este acaro de color rojizo se alimenta de las células de las hojas a las que provoca manchas decoloradas, telarañas y ralentiza el crecimiento del árbol ya que lo debilita. Es fácil de exterminar con acaricidas.
- Cochinilla algodonera. Son unos insectos blancos que se sitúan en el en vez de las hojas y en los tallos tiernos afectando a las hojas, al crecimiento del árbol y a su fortaleza. Un remedio para combatirla es con la tierra de diatomeas, un polvo blanco provenientes de algas fosilizadas que llevan sílice.
- Mosca blanca. Este insecto amarillea las hojas que se quedan impregnadas de una sustancia pegajosa debido al hongo negrilla. Una forma de combatirla es con trampas adhesivas.
En cualquier caso son plagas fáciles de tratar y si lo que tenemos es un mandarino en el jardín o en una maceta su cuidado es relativamente fácil.