El kiwi es originario de China, especialmente del valle del río Yangtsé. Posteriormente uno de los países que empezó con su cultivo fue Nueva Zelenda, extendiéndose por muchas zonas de clima templado una vez que descubrieron las bondades de la fruta. Su nombre viene en honor al pájaro nacional de Nueva Zelanda (pequeños, peludos y de color marrón).
Su aspecto es ovalado, de tamaño medio...alrededor de unos 6,50 cm de largo, con una piel fina de color verde oscura recubierta de una especie de película de pequeños pelos. Su pulpa es más bien rígida, un poco dura hasta la maduración, de color verde, jugosa y con una serie de semillas negras que rodean el corazón de la fruta. Uno de los aspectos más valioso del kiwi es su sabor, un auténtico placer lleno de mezclas.. sabor ácido a la vez que también tiene un gran componente dulce.
Es una fruta delicada para su conservación, se recomienda consumirla en temporada en el menor tiempo tras su recogida, ya que mantiene su frescura y propiedades intactas.
Propiedades
Es una de las frutas con más vitamina C que podemos encontrar, con un 93 mg cada 100 gramos, una auténtica maravilla. Además es muy rica en luteína, que reduce el riesgo de cáncer, degeneración macular y cataratas, principales causas de perdida de visión, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Su gran contenido en fibra, ayuda a personas con problemas de estreñimiento, sirviendo para la pérdida de peso y la retención de líquidos.
También fortalece al sistema óseo, muy recomendado en la alimentación de los niños gracias a que es muy rico en cobre. Ayuda a controlar la presión arterial.
Curiosidad
El kiwi posee una enzima natural que es exclusiva de él, llamada actinidina.
¿Cómo actúa esta enzima?
La actinidina es capaz de descomponer un gran número de proteínas mucho más rápido que lo hacen nuestro aparato digestivo, esto provoca que la digestión sea más rápida, reduciendo la sensación de pesadez tras las comidas y más si son altas en proteínas.
Además es una aliada del sistema muscular, ayudándolos a absorber las proteínas con mucha más rapidez y facilidad, muy apreciado por todos los amantes del deporte, en especial los deportistas que ingieren grandes cantidades de proteínas en sus dietas o en comidas con normalidad.