Como ya hemos dicho, nutricionalmente la chirimoya es una fruta muy interesante. Podemos destacar, por ejemplo, los efectos saciantes que produce su consumo: gracias a la fibra que posee (alrededor del 2% de su peso) tardaremos más tiempo en sentir hambre. Además, este efecto se intensifica por el hecho de que regula los niveles de glucosa en la sangre; al retrasar la asimilación de los azúcares la propiedad saciante de la chirimoya aumenta. Y no sólo: al hacer que los azúcares se vayan asimilando de forma paulatina, se evita el cansancio y la fatiga.
La fibra de esta fruta también le otorga propiedades laxantes, ya que favorecen claramente el tránsito intestinal.
¿Qué hay de cierto en la creencia de que la chirimoya no es apta para los regímenes de adelgazamiento? Pues la verdad es que no hay mucho de cierto en dicha afirmación y sí hay bastante de mito: la chirimoya posee una gran cantidad de agua (tres cuartas partes de su peso lo son) y, como ya hemos dicho con anterioridad, una buena cantidad de fibra. Todo ello hace que esta fruta sea bastante saciante y que ayude a que la persona que la toma se mantenga sin hambre por más tiempo. Sin embargo, para las personas que están a dieta, su ingesta se debe hacer con moderación, ya que también tienen una alta cantidad de hidratos de carbono formado principalmente por azúcares simples como la fructosa, la glucosa o la sacarosa. Por tanto, podemos decir en conclusión que una pieza de chirimoya puede ser un buen aliado en nuestra dieta de adelgazamiento, pero que no debemos abusar de su consumo si lo que pretendemos es perder peso.
Otra de las propiedades más interesantes es la de ser una fruta muy digestiva. Posee una serie de enzimas que hacen que la digestión sea muy fácil. Por tanto, se recomienda su consumo a personas que, por una u otra razón, tengan necesidad de alimentos de fácil digestión.
La chirimoya tiene también un importante efecto antioxidante, lo que retrasa el envejecimiento celular y, por ende, de nuestro organismo. Ello se debe, principalmente a su alto contenido en vitamina C y a un aporte más moderado de vitamina A.
Es una fruta cardiosaludable: su aporte en sodio es muy bajo. Y, sin embargo, sí es rica en potasio. Si unimos esto a la poca grasa que contiene, podemos afirmar que es una fruta aconsejable para aquellas personas que padecen de tensión alta.
Por último, vamos a referirnos (entre otras muchos beneficios que podríamos destacar de la chirimoya) a la facultad de este fruto de ejercer una acción equilibradora del sistema nervioso lo que deriva en un suave efecto tranquilizante y como ansiolítico.
Valores nutricionales de la chirimoya
Nutricionalmente, la chirimoya es una fruta muy interesante. Veamos por qué:
- Tiene un alto aporte de minerales muy beneficiosos para nuestro organismo, tales como el potasio, el calcio o el hierro.
- También, y gracias a su aporte de fibra, favorece el tránsito intestinal. Además apenas tiene grasas, lo que unido a lo anterior, puede contribuir a regular los niveles de colesterol.
- La cantidad de vitaminas que nos proporciona también es un dato relevante, sobre todo las del grupo B (B1, B2 y B6) , vitamina C y, en menor medida, vitamina A.
- Aproximadamente tres cuartas partes de su peso está constituido por agua. No obstante, tiene un poder calórico moderado (unas 80 calorías por cada 100 gramos) por la presencia de hidratos de carbono.